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Declaración de Fe

1. La Biblia

Creemos que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios y que es la única regla infalible de fe y práctica para el cristiano (II Timoteo 3:16; II Pedro 1:21).
 

2. La Deidad de Dios

Creemos en un Dios, que existe en una Trinidad de personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Juan 15:26), que son eternos y de igual dignidad y poder (Mateo 3:16, 17; II Corintios 13:14). 

 

Por lo tanto, confesamos:
2.1       Dios el Padre es creador y sustentador de todo (Génesis 1:1; Salmo 104; Isaías

            41:10).

2.2       Dios el Hijo (Gálatas 4:4; Colosenses 2:9): Jesucristo, verdadero hombre y verdadero

            Dios, es el Hijo de Dios. Nació de la virgen María (Mateo 1:23). Como nuestro 

            sustituto derramó su sangre en la cruz, llevó nuestros pecados y murió nuestra

            muerte (I Pedro 3:18). Solo por esta razón Dios perdona gratuitamente a aquellos

            que son llevados al arrepentimiento por la fe (Hechos 3:19). Fue resucitado

            corporalmente y ha regresado a la gloria de Dios (Mateo 28:5; Hechos 1:9). Él se

            sienta a la diestra de Dios y ciertamente y visiblemente regresará (Hechos 1:11). ​

2.3       Dios es Espíritu Santo: Dios ha mandado al Espíritu Santo al mundo. Él convence al

            mundo sobre el pecado, la justicia y el juicio (Juan 16:8-11). En Su papel de

            Consolador y Defensor (Juan 14:6), Él glorifica y revela a Jesucristo, guiando a los

            redimidos de Dios a toda la verdad (Juan 16:13-15).

 

3. El Plan de la Salvación: 

Creemos en Jesucristo, concebido del Espíritu Santo (Mateo 1:20), nacido de la virgen María (Lucas 1:35), cuya muerte en la cruz por la redención de los pecadores resultó en una propiciación suficiente y completa por el pecado y la culpa del pecador (I Juan 4:10; Efesios 1:7), y quien resucitó para nuestra justificación (Romanos 4:25), ascendió al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre, intercediendo por todos los que vienen a Dios por Él (Hebreos 7:25). Todos los que creen y reciben al Señor Jesucristo tienen vida eterna; los que no creen se perderán eternamente (Juan 1:12; Juan 3:36; Romanos 10:9, 10; I Juan 5:11, 12; Efesios 2:8, 9). Esperamos la “bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tito 2:13), y creemos que todas las cosas finalmente serán sometidas a Dios por medio de Él (I Corintios 15:25-28).

 

4. La Iglesia:

Creemos que la iglesia verdadera, es el cuerpo de Cristo (Efesios 1:23) y está formada por la obra del Espíritu Santo con todos aquellos que confían en Cristo como su Salvador (Efesios 2:22; I Corintios 12:13).

 

5. El Ministerio del Cristiano:

En vista del último mandato de Cristo (Mateo 28:19, 20) y reconociendo la condición perdida de todos aquellos que no aceptan el mensaje del evangelio (Juan 3:18, 36), creemos en la urgencia de que cada cristiano responda a la gran comisión de Cristo. "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

 

Con el propósito de llevar a cabo el plan de Dios en estos tiempos, Voz y Manos se ha creado para dar cumplimiento al último mandato de nuestro Salvador de “ser mis testigos . . . hasta los confines de la tierra" (Hechos 1:8). Recurriendo a los medios puestos por Dios a nuestra disposición, mediante el mensaje del evangelio, que “es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen," (Romanos 1:16), está siendo literalmente llevado a los confines de la tierra. También buscamos cumplir el mandato de nuestro Salvador de enseñar a todas las naciones (Mateo 28:20) y evangelizarlos.

 

6. Matrimonio Bíblico y Pautas Sexuales:

Creemos que Dios creó tanto a Adán como a Eva a Su imagen (Génesis 1:27).

 

Creemos que Dios instituyó el matrimonio como una relación de pacto monógamo de toda la vida entre un hombre y una mujer como determinado genéticamente en el nacimiento (Génesis 2:24; Mateo 19:5-6; Marcos 10:6-9; Romanos 1:26-27;

I Corintios 6:9; Malaquías 2:4b).

 

La actividad sexual debe expresarse únicamente en el contexto del matrimonio (Hebreos 13:4).

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